Según informaba este rotativo hace
unos días, el Govern ha aprobado
el proyecto de presupuestos para el próximo año que ascenderán a 5.881,5
millones de euros, lo que supone un 0,2 por ciento menos que el de 2020. La Consellera de Hacienda, Rosario
Sánchez, presentó los presupuestos en una rueda de prensa. Preguntada por el anuncio sobre la congelación
del sueldo de los empleados públicos, ha indicado que “en las circunstancias
actuales se han priorizado otras cuestiones que no son el incremento de
sueldos”.
Obviamente,
los sindicatos han puesto el grito en el cielo. Uno de sus argumentos es que
aquellos que han sacrificado más para contener la pandemia han sido los
funcionarios y lo que reciben a cambio es una pérdida de su poder adquisitivo.
No es justo.
Los
presupuestos están disponibles en internet para toda la ciudadanía. Cualquiera
los puede consultar. Yo lo he hecho, pero tengo que admitir que no he entendido
ni papa. No obstante, algunas cosas he pillado. Vamos a ver qué ha priorizado
el Govern en sus presupuestos que ha impedido revalorizar los salarios de los
funcionarios.
En prácticamente todas las
direcciones generales e instituciones de la Comunidad Autónoma, además de en el
Parlament, se ha priorizado que continúe el gasto en prensa, revistas y otras
publicaciones. Entre 16.000 y 500 €, para cada dirección general. Los servicios
comunes tienen presupuestado un gasto de prensa de 105.000 €. Esta partida
incluye, fundamentalmente, los periódicos que van a tener a su disposición los
directores generales, los altos cargos, consellers y presidentes. Me pregunto
si no hubiera convenido más a un criterio de solidaridad y equidad, que durante
el 2021, año durante el que la crisis va a afectar trágicamente a las islas, la
Presidenta, los políticos y altos cargos, como gesto solidario, se pagaran de
su bolsillo los periódicos y publicaciones que desearan leer, como tiene que
hacer cualquier ciudadano de a pie, en lugar de cargarlo al erario público.
Siguiente punto espinoso es la indemnización
por residencia. Lo que cobra un funcionario de carrera es apenas el 3% de lo
que cobra por este concepto un político, denuncian los sindicatos. Sin embargo,
en los presupuestos para el 2021, no existe ninguna rebaja en esta
indemnización para la clase política. Me llevo las manos a la cabeza y pienso
si los políticos no podrían haber realizado un pequeño esfuerzo solidario y
haberse apretado un poquito el cinturón, reduciendo las cuantías de esa
indemnización a lo mínimo. Sobre todo, teniendo en cuenta que, como dicen a los
medios, todos nos tenemos que sacrificar para salir de esta crisis.
Siguiente partida de los presupuestos
que llama mi atención, la comunicación institucional. Se le asignan casi
3.000.000 euros. La comunicación institucional es una manera fina de hablar de
propaganda política. Por ejemplo, ese cartel enorme que hay en las obras de las
carreteras anunciando que se están realizando obras en la carretera gracias al
gobierno de turno y a los fondos europeos, es propaganda que tiene la intención
de rentabilizar electoralmente. Este tipo de anuncios no son necesarios, así
como anuncios de una página en los periódicos informando de lo que está
haciendo el Govern. Se ha priorizado continuar con este gasto en lugar de dotar
de mayor poder adquisitivo a los funcionarios.
También ha priorizado el Govern por
encima del aumento del sueldo de los funcionarios, el gasto en postales. A ver,
¿ustedes creen que en medio de la mayor crisis que está viviendo esta comunidad
autónoma, no puede la Administración renunciar a las postales?
Déjenme ilustrarles con otra
atrocidad presupuestaria más, otro ejemplo de las prioridades del Govern. Hay
partidas de dietas. Hay partidas de gastos por la asistencia a reuniones y conferencias.
Hay partidas de gastos de traslados, además de gastos de gasolina de los coches
¡Qué bien que nos la meten! Además de pagar la asistencia a una reunión o a una
conferencia, hay que pagar por el traslado y por las dietas. ¡Por lo mismo,
estamos pagando a determinados cargos de la Administración Pública, tres veces!
Esto es lo que ha priorizado el Govern por encima del salario de los
funcionarios.
Si sumamos el importe total de todas
las partidas innecesarias en tiempos de crisis, si reducimos las retribuciones
de políticos y altos cargos, los únicos que no se congelan sus prebendas
económicas, salen las cuentas y pueden aumentarse los salarios de los
funcionarios en proporción al encarecimiento de la vida y a su merecido
reconocimiento en esta crisis que es, digámoslo bien alto, cuestión de todos,
también de los políticos.
Francisco Capacete González
Filósofo y abogado