martes, 13 de diciembre de 2011
jueves, 8 de diciembre de 2011
EL BORDILLO
¡Qué de sorpresas trae la mirada despierta y el alma hambrienta de descubrimientos! Ayer paseaba por Palma de Mallorca, la ciudad donde vivo, como si recorriera un tiempo sin definición -no era lunes ni jueves, no era por la mañana, ni por la tarde-, como si el cuerpo fuera llevado por la ingravidez de la luz de la conciencia. Y allí apareció ante mis ojos la humilde y pequeña hierba que crecía entre las rendijas del bordillo. Ni el asfalto, ni la dura piedra, ni la falta de tierra habían impedido que ese diminuto ser vivo saliera a la luz. Pero ella no era la única, más adelante me encontré con otra plantita urbana que con la misma osadía que la anterior crecía entre las losas de la acera. ¿Qué fuerza interior les impulsaba a nacer en un medio tan hostil? La ciudad no es el lugar más idóneo para que crezcan los vegetales, la contaminación carbónica, el poco suelo fértil y los millares de suelas que aplastan inconscientemente cuanto encuentran a su paso, deberían impedir el verde espontáneo. Sin embargo, mires donde mires, en las aceras, en los tejados, en los balcones, entre los cables de teléfono, en cualquier lugar, crecen las pequeñas hierbas. He visto crecer plantas silvestres sobre letreros luminosos, sobre tejas donde apenas se acumula un poco de polvo, en salientes de plástico y en lugares de lo más insospechado. ¡Quién podrá afirmar que los vegetales son frágiles ante tal abundancia de fortaleza vital! Tal vez, esa hierba delgada que es movida por la brisa creada por el paso de un automóvil sea fácil de cortar y matar; pero el mundo vegetal es poderosísimo y no podemos acabar con él ni con todo el armamento del mundo. Ya sean los líquenes o las algas marinas, podrían soportar y sobrevivir al más terrible de los holocaustos nucleares.
A veces, llevados por el prejuicio de lo asombroso, de lo espectacular, sólo nos admiramos de las especies más raras, más coloridas o más exóticas. Despojémonos de tal inclinación porque esos humildes hierbajos que sobreviven en las ciudades son tan dignos de admiración, como sus congéneres de los jardines botánicos que se engalanan con formas y colores maravillosos.
Y tras la contemplación de la hermana hierba -como diría Francisco de Asís- comprendí que el ser humano puede aprender de esos seres vivos sencillos que pasan inadvertidos entre el tráfago diario de idas y venidas. A pesar de lo agobiantes que son las preocupaciones, los defectos personales y los miedos, nuestra voluntad de vivir puede, como la hierba, crecer buscando cualquier rendija de la personalidad inhibida y limitada. Quien sienta que puede componer un poema aprenda de la hierba del bordillo y deje que su necesidad artística crezca entre las penurias del día a día, porque, tarde o temprano, el poema surgirá a la luz. El que sienta que puede ser más bueno, más justo, más sincero, persevere, pues ni la más dura coraza de las circunstancias impedirá que, como la hierba del bordillo, aparezca cada vez más grande a la conciencia.
El bordillo es todo un ecosistema de enseñanzas y hermandad con la naturaleza.
A veces, llevados por el prejuicio de lo asombroso, de lo espectacular, sólo nos admiramos de las especies más raras, más coloridas o más exóticas. Despojémonos de tal inclinación porque esos humildes hierbajos que sobreviven en las ciudades son tan dignos de admiración, como sus congéneres de los jardines botánicos que se engalanan con formas y colores maravillosos.
Y tras la contemplación de la hermana hierba -como diría Francisco de Asís- comprendí que el ser humano puede aprender de esos seres vivos sencillos que pasan inadvertidos entre el tráfago diario de idas y venidas. A pesar de lo agobiantes que son las preocupaciones, los defectos personales y los miedos, nuestra voluntad de vivir puede, como la hierba, crecer buscando cualquier rendija de la personalidad inhibida y limitada. Quien sienta que puede componer un poema aprenda de la hierba del bordillo y deje que su necesidad artística crezca entre las penurias del día a día, porque, tarde o temprano, el poema surgirá a la luz. El que sienta que puede ser más bueno, más justo, más sincero, persevere, pues ni la más dura coraza de las circunstancias impedirá que, como la hierba del bordillo, aparezca cada vez más grande a la conciencia.
El bordillo es todo un ecosistema de enseñanzas y hermandad con la naturaleza.
jueves, 24 de noviembre de 2011
MATERIA Y FORMA
He leído recientemente en un libro de divulgación científica algo que me ha sorprendido: el autor comenta que si queremos poner en aprieto a un físico le podemos preguntar que nos responda a la siguiente cuestión, ¿qué es lo que hace que los átomos estén juntos y compongan un cuerpo sólido? Todavía hoy no hay una respuesta clara a esta pregunta en el campo de la ciencia física, sigue siendo un enigma. Y no se refiere el autor a la aglomeración de átomos atraídos por la fuerza de la gravedad, dado que si ésta fuera la única causa, todos los cuerpos sólidos tendrían formas más o menos esféricas. ¿Qué fuerza actúa en los átomos para que adopten una disposición "social", "grupal", de modo que aparezca la materia sólida? Y, es más ¿Qué es lo que hace que esta materia sólida adopte una forma u otra, componga una jirafa o una roca de cristal?
¡Bueno, Francisco, te invito a investigar!
Vamos a ello.
En la filosofía de la Antigüedad he encontrado enseñanzas coherentes sobre el funcionamiento del mundo, de la naturaleza, del ser humano. Por ejemplo, los filósofos presocráticos enseñaban que la visión es posible gracias a imágenes espectrales que emiten todos los objetos y que son captadas por nuestra mente. Pues, las últimas investigaciones van coincidiendo con esta explicación. Tanto en Grecia como en India, enseñaron sus sabios que la materia es informada por la forma, valga la redundancia. La materia es el conjunto de ladrillos físicos (átomos, proteínas,...) que dan la base física del mundo. La forma es una fuerza de naturaleza mental que le dice a estos ladrillos cómo deben colocarse para construir el edificio, sea este una mano, una roca de cristal, un planeta o una ameba. Como la mente no es materia no puede detectarse con métodos materiales. Si se quiere detectar esta fuerza hay que emplear medios mentales, esto es, la comprensión teórica de la dimensión mental. Lo cual demandará unas nuevas matemáticas, una matemáticas mucho más complejas que las actuales que puedan describir el mundo y los procesos mentales. Y no me refiero a las estadísticas que calculan los procesos neuronales, no, me refiero a la generación de ideas, a la implicación de la mente en la materia, sus relaciones e influencias.
Este es una de los retos de la ciencia para los próximos siglos: admitir en su ámbito de investigación las dimensiones inmateriales de la naturaleza y encontrar métodos para ello.
¡Bueno, Francisco, te invito a investigar!
Vamos a ello.
En la filosofía de la Antigüedad he encontrado enseñanzas coherentes sobre el funcionamiento del mundo, de la naturaleza, del ser humano. Por ejemplo, los filósofos presocráticos enseñaban que la visión es posible gracias a imágenes espectrales que emiten todos los objetos y que son captadas por nuestra mente. Pues, las últimas investigaciones van coincidiendo con esta explicación. Tanto en Grecia como en India, enseñaron sus sabios que la materia es informada por la forma, valga la redundancia. La materia es el conjunto de ladrillos físicos (átomos, proteínas,...) que dan la base física del mundo. La forma es una fuerza de naturaleza mental que le dice a estos ladrillos cómo deben colocarse para construir el edificio, sea este una mano, una roca de cristal, un planeta o una ameba. Como la mente no es materia no puede detectarse con métodos materiales. Si se quiere detectar esta fuerza hay que emplear medios mentales, esto es, la comprensión teórica de la dimensión mental. Lo cual demandará unas nuevas matemáticas, una matemáticas mucho más complejas que las actuales que puedan describir el mundo y los procesos mentales. Y no me refiero a las estadísticas que calculan los procesos neuronales, no, me refiero a la generación de ideas, a la implicación de la mente en la materia, sus relaciones e influencias.
Este es una de los retos de la ciencia para los próximos siglos: admitir en su ámbito de investigación las dimensiones inmateriales de la naturaleza y encontrar métodos para ello.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
LA BONDAD
¡Cómo echo de menos encontrar una mirada bondadosa!
En estos tiempos que corren -en realidad el tiempo no corre, somos nosotros quienes nos aceleramos-, cada vez se hace más difícil descubrir cosas profundas y verdaderas. Verdaderas por genuinas y no por posesión de la Verdad. Lo genuino es aquello que mantiene su origen, que refleja su nacimiento, su esencia, lo que está poco alterado. Cómo cuesta hallar personas genuinas, hombres y mujeres que conserven esa bondad natural del niño. Y me pregunto, ¿por qué tenemos que perder las cualidades más luminosas que traemos a la vida desde el principio? ¿Por qué hay que dejar en el camino un reguero de sangre por el asesinato de la inocencia y de la bondad? Es verdad que los niños también son egoístas, crueles, pero lo son a veces. Estos defectos no proceden de lo genuino que hay en el ser humano, sino de la imperfección. De modo que con una educación adecuada podemos potenciar las cualidades morales y mitigar la fuerza de los defectos. Lo que me gustaría que se perdiera por el camino desde la infancia a la edad adulta es la crueldad, el egoísmo, la indiferencia, las envidias, etc. Y lo que me gustaría que se conservara es la bondad, sobre todo, la bondad, para que los seres humanos no nos deseáramos ningún tipo de mal. Hace años, un maestro me enseñó que la mayor pureza es la interior y su ingrediente fundamental es la bondad. Dicen que el Buda dijo que cuando un hombre tarda en elegir hacer el bien, su mente se regodea con el mal. Apresurémonos a elegir el Bien para no darle ninguna oportunidad a nuestra mente de elegir hacer daño, mentir, desearle desgracias a otros, pisar a los demás...
En estos tiempos que corren -en realidad el tiempo no corre, somos nosotros quienes nos aceleramos-, cada vez se hace más difícil descubrir cosas profundas y verdaderas. Verdaderas por genuinas y no por posesión de la Verdad. Lo genuino es aquello que mantiene su origen, que refleja su nacimiento, su esencia, lo que está poco alterado. Cómo cuesta hallar personas genuinas, hombres y mujeres que conserven esa bondad natural del niño. Y me pregunto, ¿por qué tenemos que perder las cualidades más luminosas que traemos a la vida desde el principio? ¿Por qué hay que dejar en el camino un reguero de sangre por el asesinato de la inocencia y de la bondad? Es verdad que los niños también son egoístas, crueles, pero lo son a veces. Estos defectos no proceden de lo genuino que hay en el ser humano, sino de la imperfección. De modo que con una educación adecuada podemos potenciar las cualidades morales y mitigar la fuerza de los defectos. Lo que me gustaría que se perdiera por el camino desde la infancia a la edad adulta es la crueldad, el egoísmo, la indiferencia, las envidias, etc. Y lo que me gustaría que se conservara es la bondad, sobre todo, la bondad, para que los seres humanos no nos deseáramos ningún tipo de mal. Hace años, un maestro me enseñó que la mayor pureza es la interior y su ingrediente fundamental es la bondad. Dicen que el Buda dijo que cuando un hombre tarda en elegir hacer el bien, su mente se regodea con el mal. Apresurémonos a elegir el Bien para no darle ninguna oportunidad a nuestra mente de elegir hacer daño, mentir, desearle desgracias a otros, pisar a los demás...
viernes, 18 de noviembre de 2011
DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA
En una carta de fecha 19 de mayo de 2004, el Sr. Mohamed Achaari, Ministro de
Cultura de Marruecos, sometió a la consideración del Director General la propuesta de proclamar un Día Internacional de la Filosofía. Una vez realizados los estudios pertinentes, la Conferencia General de la UNESCO, terminó por declarar el tercer jueves de cada mes de noviembre como el Día Mundial de la Filosofía (DMF).
La UNESCO, recogiendo las peticiones y sugerencias de diferentes instituciones y ONG’s, fijó los principales objetivos del DMF:
i) renovar el compromiso en favor de la filosofía;
ii) alentar la visión filosófica de los problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se enfrenta hoy en día la humanidad;
iii) sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la filosofía;
iv) hacer un balance de la situación de la enseñanza de la filosofía en el mundo, insistiendo particularmente en las dificultades de acceso;
v) subrayar la importancia de la generalización de la enseñanza filosófica para las
generaciones futuras.
Por su parte, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en su Mensaje con motivo del DMF, recordó que “La práctica de la filosofía es una dinámica que beneficia a toda la sociedad. Ayuda a tender puentes entre los pueblos y las culturas y refuerza la exigencia de una educación de calidad para todos. Además, invita a respetar la diversidad cultural, el intercambio de opiniones y el aprovechamiento colectivo de los logros científicos, todo lo cual es condición necesaria para un debate auténtico. El 17 de noviembre, movilicémonos para explotar este formidable potencial transformador que encierra la filosofía.”
Con estos antecedentes, hoy es el día para tomar conciencia de lo útil y práctica que es la filosofía. Desde la escuela de filosofía y voluntariado Es Racó de ses Idees, apoyamos esta iniciativa de la UNESCO, trabajando todo el año para conseguir aquellos objetivos y divulgando la faceta más práctica y humana de la filosofía. Aprender a desarrollar las ganas de aprender y saber que tiene cada persona es, no solamente útil para ella misma, sino también para toda la sociedad. En primer lugar, porque cada individuo que expresa su mundo interior se conoce a si mismo y el conocimiento de uno mismo conduce, más tarde o temprano, a las orillas del río de la “felicidad”. En segundo lugar, la filosofía es práctica y útil a la sociedad porque cuando los ciudadanos se realizan en lo personal, la sociedad se realiza en lo colectivo. No olvidemos que la sociedad y los sistemas se componen de personas.
Por otro lado, queremos destacar que filosofía es, etimológicamente, “amor por la sabiduría”. Por esta razón, la filosofía no se puede enseñar, porque es un sentimiento de búsqueda y de acceso a la realidad. ¿Acaso se puede enseñar el amor? No. Por lo tanto, nadie puede crear filósofos ni acreditar que alguien es filósofo. La escuela de filosofía que dirijo no crea filósofos, sino que establece un ambiente en el que sea más fácil que ese ser filósofo de cada uno pueda expresarse, desarrollarse y comunicarse. Por eso, enseñaba el divino Platón que lo fundamental de la enseñanza de la filosofía es el diálogo. Y, en el momento presente, aprender a dialogar es muy necesario para poder solventar muchos de los grandes y terribles problemas que agobian a la humanidad.
Por todo ello, os animo a todos para que aprovechéis las 365 oportunidades del año para vivir la filosofía, para ser lo que sois: filósofos.
sábado, 25 de junio de 2011
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL ALMA
Considerando que hay en el mundo millones de personas que creen, sienten, perciben o saben que, además de su cuerpo, tienen un alma espiritual, una esencia universal, inmortal e incondicionada, se hace necesario y urgente redactar una declaración de principios que defiendan los derechos fundamentales del espíritu. Por esta razón lanzo la siguiente
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL ALMA
1º.- Toda alma tiene derecho a ser tratada por lo que es y no por las apariencias ni por las posesiones, ni por las circunstancias de su cuerpo, como el color de piel, el lugar de nacimiento o el color de su pasaporte.
2º.- Toda persona tiene derecho a mantener relaciones con su propia alma sin ser coercionada por ninguna iglesia o universidad.
3º.- Toda alma tiene derecho a la vida mística o espiritual aquí en la Tierra como en el Cielo.
4º.- El conocimiento del alma no será discriminado ni relegado, sino que será un fundamento para la educación y la justicia.
5º.- Toda alma tiene necesidad de expresarse por medio de las ceremonias y tradiciones espirituales, individual y colectivamente.
6º.- Un hogar es donde las almas se sienten unidas. Un país o nación es donde las almas conviven como en su propio hogar.
7º.- Toda alma tiene derecho a la amistad, al amor, a la convivencia, al arte y al conocimiento, a la evolución y la vida interior.
sábado, 14 de mayo de 2011
la mentira la pagamos todos
LA MENTIRA LA PAGAMOS TODOS
Nuevamente llega la temporada electoral y, como siempre, la campaña de los diferentes partidos políticos
se reduce a prometer lo que no tienen intención de hacer. Todo el mundo sabe que los candidatos tienen
que prometer mejoras, soluciones nuevas a los problemas de siempre y que con ellos sí que se va a mejorar
todo. Han acostumbrado al pueblo a aceptar estas mentiras como algo consustancial a la campaña electoral.
Se ha entronizado la mentira. La mentira se ha institucionalizado con el dinero de todos los contribuyentes
porque, no contentos con mentir, invierten grandes sumas de dinero en llegar a todos los hogares.
¡Dios mío, cómo se prostituye la Democracia! ¿Cómo puede basarse un asunto tan importante como la
elección de los gobernantes, en un puro mentir? Es hora de reaccionar y pedirles a los políticos que se
dejen de cuentos y expliquen qué es para ellos la política, la educación, la justicia, la salud, etc. Que
se dejen de contar cuentos para niños y nos traten como adultos.
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Francisco Capacete González
Raconer
martes, 15 de marzo de 2011
SIMBOLISMO DE LA PRIMAVERA
SIMBOLISMO DE LA PRIMAVERA
Desde la antigüedad se ha venido celebrando solsticios y equinoccios a nivel ceremonial, para indicar la relación entre el curso del sol y los hombres, entre el macrocosmos y el microcosmos. Las cuatro estaciones encierran símbolos referidos al ritmo del cosmos y por eso han sido señaladas con fiestas populares para que todo el pueblo pudiera seguir el rítmico devenir de la tierra y la naturaleza. Tienen relación con el tiempo cíclico y renovador, que se refleja en el recorrido solar anual (estaciones), en el que hay dos puntos culminantes (verano e invierno) y otros dos de traspaso (primavera y otoño).
La primavera es la resurrección de la Vida en toda la naturaleza como intermedio entre el invierno y el verano, hecho que se suele representar en la mitología universal por una lucha entre dos deidades opuestas y complementarias (por ejemplo Osiris y Set) y con la muerte y entierro del carnaval (expulsión del invierno). En Europa, esta expulsión de la muerte, cuando todavía pervivían las fiestas tradicionales, solía estar a cargo de niños que fabricaban un muñeco de paja y ramas para luego sacarlo al pueblo, tirarlo a un pozo, un lago, un río o bien quemarlo.
Muchas de las fiestas primaverales giran en torno al mes de mayo y el consiguiente Árbol de Mayo; están a cargo de los jóvenes que anuncian la primavera y aun la anticipan y la aceleran con ritos propiciatorios. Por ejemplo, en la antigua Roma, los jóvenes salían en procesión por las calles con sus estandartes, para anunciar la Primavera y para esa ocasión, todos se proponían propiciarla realizando cosas en beneficio para la sociedad. El Árbol de Mayo se adorna con flores, cintas de colores, juguetes, muñecos o monigotes. Se coloca en la plaza del pueblo o ante el templo. Los jóvenes bailan a su alrededor y luego se lo pasea procesionalmente por el pueblo implorando bendiciones y reavivando las energías propias de la estación.
En otras tradiciones populares varios niños sostienen un arco de follaje adornado con lazos de colores; luego un niño pequeño de unos dos o tres años debe pasar debajo del arco, primero con los ojos cerrados para salir con los ojos abiertos: es el renacimiento primaveral. De ahí que hayan pervivido costumbres de pasar a los niños enfermos por algún árbol con la esperanza de que se cure. Es la renovación de las energías vitales, la restauración de la salud.
En todas las antiguas civilizaciones hubo mitos relacionados con lo que representa la primavera, lo que podríamos llamar “el espíritu de la renovación”. En la Mitología Clásica encontramos al dios Apolo. Es, precisamente, la Luz Solar, el dios que nació en medio del dolor y las dificultades que tuvo que padecer su madre para darlo a luz. Es la realización a través de las pruebas. Su madre, Leto, era originaria del País de los Hiperbóreos. Los Hiperbóreos, según la tradición, eran seres hechos de luz –serían algo así como el alma de los fotones- que en su momento ayudaron al nacimiento de Apolo. Su residencia habitual era el Norte del Mundo, donde no se conoce la oscuridad ni las desdichas. Vivían cantando y bailando músicas primaverales en medio de campos y bosques de indescriptible belleza. Allí también se retiraba Apolo a partir del otoño y permanecía durante las estaciones oscuras para regresar al comienzo de la primavera en su Carro Solar, junto con los Hiperbóreos. ¿Dónde se encuentra esta región tan maravillosa? Dicen las tradiciones griegas que tras los montes Rifeos, los que retrocedían a medida que alguien se les acercaba. El regreso de Apolo del norte, con su luz y sus acompañantes que llenaban todos los rincones de vitalidad se llamaba en la antigua Grecia: epidemia. La primavera venía precedida por una epidemia de luz, de calor y de energía.
Asimismo, en el mito de Perséfone es donde se encuentra la explicación metafísica del origen de la primavera. Perséfone es hija de Deméter, la Madre Universal, La Naturaleza, la Madre de la vida. En una ocasión en que se hallaba disfrutando de un día en el campo, se fijó en un Jacinto y le pareció tan hermoso que se quedó mirándolo absorta. De repente, emergió de la tierra el dios de los mundos subterráneos, Hades, quien la raptó para hacerla su esposa y se la llevó al inframundo. Deméter recorre la tierra buscando a su hija, pero nadie sabe dónde está. Deméter está desconsolada, ya no come, ni duerme. Entonces, el mundo queda yermo, y en campos y ciudades todo se marchita sin augurios de renacimiento. Simultáneamente, una sequía se abate sobre el mundo y los mismos bueyes permanecen inmóviles como estatuas sin tirar de los arados, mientras que las espigas prontas a la recolección, se deshacen en blanco y estéril polvo. Ya nada le hace salir de su abatimiento, ni las ofrendas de los mortales ni las súplicas de los demás dioses. Zeus, que había sido cómplice del rapto de Perséfone, envía a Hermes para que Hades permita regresar a Perséfone a la superficie y recobrar la vitalidad de los campos y evitar la desaparición de la Humanidad. Hades consiente no sin antes hacerle comer a la hija divina unos granos de granada encantada que le harán retornar siempre.
Deméter recibe a su hija y le pregunta si no ha tomado alimento alguno en los infiernos. Enterada de la treta de Hades y conocedora del poder del fruto mágico, acepta el destino y le dice que mientras ella esté en las tinieblas, todo el mundo estará yermo (invierno), y que cuando retorne a la luz de la superficie, ella hará que toda la naturaleza lo festeje (primavera, verano). Así se relaciona el mito del rapto con los ciclos anuales. Sólo un tercio del año permanecerá Perséfone con su esposo y el resto con su madre. Deméter resucita la vida en los campos. Una de las fiestas que se celebraban en la Grecia Arcaica eran las Cloias, que se celebraban en primavera, cuando los brotes verdes obraban el renovado milagro de romper los terrones y surgir pujantes de la tierra negra. El pueblo, se reunía en torno a este fenómeno de la naturaleza. Tranquilos y pacientes, observaban como la tierra reverdecía, cómo del inframundo surgía Perséfone en forma de hierba.
En el Egipto Antiguo la unión sagrada de Osiris e Isis simbolizaba la renovación de la Naturaleza. Este divino matrimonio se celebraba entre los meses de Abril y Mayo, época de nuestra Primavera. Tal vez, una de las civilizaciones que más y mejor ha vivido y experimentado la renovación constante ha sido el Antiguo Egipto. Seguramente, por esta razón perduró tantos milenios viva. Cuando el Nilo se desbordaba debido a la crecida anual, deshacía las casas de barro de los campesinos, pero éstos no maldecían al río sagrado ni se ponían tristes, sino que lo celebraban y hacían una gran fiesta: era el momento de construir una nueva casa con el barro del Nilo, era el momento de renovar el hogar. Las penas, tristezas, rencillas y odios del año anterior se iban con el agua hasta el mar. Comenzaban nuevamente limpios por fuera y por dentro.
Los mitos nos hablan del tiempo y del espacio sagrados. Lo sagrado es una dimensión de la naturaleza donde el todo es más que la suma de sus partes, lo que los filósofos herméticos y alquimistas llamaban el alma del Universo. Y la actitud sagrada es la participación activa con el alma vital del universo. La dimensión espiritual y sagrada está aquí, en lo invisible, y es real, ya que anima todas las cosas. Renovarse física, psicológica y espiritualmente, de tal manera que la juventud interior perdure, es participar activamente del alma universal, porque la naturaleza, aunque repite miríadas de veces los mismos ciclos, nunca se cansa.
Y este es el gran milagro de la primavera, que los campos reverdezcan y que los seres humanos revivamos el milagro de la renovación que lleva a ese estado de conciencia que los orientales llaman Nîrvana y los occidentales “eternidad”.
jueves, 3 de marzo de 2011
los adoquines redentores
Hemos asistido a una de las rebeliones civiles más prósperas de la historia en las países árabes. Desde los diferentes medios de comunicación nos han llegado imágenes de cientos de personas lanzando adoquines contra la tiranía de sus gobernantes. Les ha llegado la hora a los pachas de la política contemporánea de bajarse del pedestal que han construido esquilmando a sus pueblos, dejando sin comida a madres y niños, sin trabajo a ancianos que no tienen jubilación, sin educación a millones de jóvenes. Una parte del pueblo muy numerosa les ha derrocado. ¿Será este el futuro de la democracia? ¿Que el pueblo, en lugar de emitir su voluntad en las urnas, la emita lanzando adoquines que les liberen de los malos gobernantes? Es para reflexionar. Los adoquines que hemos visto volar en El Cairo, tal vez, sean más redentores que las papeletas electorales. Prueba de ello la tenemos en Afganistán, donde las elecciones "democráticas" y "libres" no han liberado al pueblo de los caciques y de la depredación de los países desarrollados. Desde luego, no estoy a favor de ningún tipo de violencia y si la cosa no ha ido a más es porque los gobernantes corruptos han huido con el rabo entre las patas.
Y los países democráticos, desarrollados, los que se erigen como pilares de la libertad y la justicia, ¿qué piensan hacer con esos gobernantes que han esquilmado a sus pueblos? ¿Los piensan procesar o les van a conceder asilo criminal? Aquí es donde entramos los ciudadanos que vivimos en estos países. También deberíamos lanzar adoquines redentores, pero no para dañar a nadie, sino para construir desde la sociedad civil un futuro mejor.
Y los países democráticos, desarrollados, los que se erigen como pilares de la libertad y la justicia, ¿qué piensan hacer con esos gobernantes que han esquilmado a sus pueblos? ¿Los piensan procesar o les van a conceder asilo criminal? Aquí es donde entramos los ciudadanos que vivimos en estos países. También deberíamos lanzar adoquines redentores, pero no para dañar a nadie, sino para construir desde la sociedad civil un futuro mejor.
jueves, 13 de enero de 2011
viernes, 7 de enero de 2011
CURAS Y ROCK AND ROLL
En los últimos años han ido saliendo a la luz pública numerosos casos de abusos sexuales ejercidos por curas sobre niños. Estados Unidos, Alemania, Bélgica, son algunos de los países donde se han destapado con mayor crudeza estos casos que ofenden, no sólo a la moral cristiana, sino a la sensibilidad de cualquier persona que se considere moral. No sé si la Iglesia estará investigando dónde está el fallo en su maquinaria, si bien, al ritmo con que decrecen las vocaciones en Europa, dentro de poco no tendrá que preocuparse por el tema de los curas pedófilos, por la sencilla razón de que los pocos curas que sobrevivan a la debacle, deberán andarse con mucho cuidado ante el fin de la impunidad y de la ley del silencio. Por ahora, la Iglesia se ha preocupado de pedir perdón y culpabilizar –por cierto dos de las obsesiones favoritas de la Iglesia católica. Sin embargo, echo en falta un verdadero debate sobre qué es un verdadero sacerdote. Es fundamental saber qué son las cosas, buscar la esencia, de lo contrario, si solamente se conoce lo superficial, el enfrentamiento y la desorientación están garantizados.
Sacerdocio es el oficio de lo sagrado y sacerdote es el que se dedica a lo sagrado, más concretamente, a llevar lo sagrado a las personas, a la sociedad. Un sacerdote es un intermediario entre el mundo de los Ideales Místicos y los seres humanos. Para ser sacerdote hay que cumplir con una serie de requisitos, requisitos que no son formales, sino subjetivos. Un sacerdote debe ser místico, debe querer llevar una vida mística, contemplativa, que le permita el acceso al mundo de lo sagrado, donde habita el Ideal de la Suma Bondad que llamamos Dios. Una vida mística se basa en la buena voluntad, en querer de verdad la justicia, la bondad, la belleza y la armonía (o “amor”, palabra ésta contenida en la palabra “armonía”). El segundo requisito es la conciencia íntima de ser un intermediario que dedica su vida al servicio a los seres humanos. Un verdadero sacerdote es el que sirve a los demás y no el que es servido. Esta vocación de servicio ilumina la conciencia de tal modo que el que la tiene jamás ve a los demás como medios, ni como instrumentos, sino que ve a cada persona como un fin en sí misma. Por lo tanto, un sacerdote debe poder amar a las personas de manera incondicional. Y aclaro que hablo de “amar”, no de “desear”; el que desea a otra persona la considera un medio, un instrumento para satisfacer sus propios deseos: no hay nada más egoísta y condicionado.
Sin estos requisitos no puede haber verdadero sacerdocio. Y mucha gente se pregunta, ¿sólo pueden desarrollarlos los hombres? Obviamente, no. Es absurdo negar a las mujeres la posibilidad de ser sacerdotisas. La mística y el amor por los demás no son exclusivos de un género. ¿Una persona mística, buena y compasiva puede estar casada y practicar sexo con su pareja? Obviamente, sí. El amor hacia todos los seres y la contemplación de lo sagrado no es incompatible con convivir con una persona y pasar ratitos dándose calor en este frío mundo.
Por lo tanto, estar casado, ser mujer, no ser célibe, no son obstáculos para ser verdaderos sacerdotes. Que las iglesias reflexionen sobre esto, tal vez, consigan aumentar las vocaciones y frenar las frustraciones.
martes, 4 de enero de 2011
MOLINOS NUEVOS, VIENTOS VIEJOS
Vivo en la maravillosa isla de Mallorca, en medio del Mar Mediterráneo, a caballo entre África y Europa, entre el Atlántico y Asia. Esta isla ha recibido siempre, desde el principio de su historia, vientos propicios de diferentes pueblos cargados de ideas, mentalidades y costumbres. La historia de Mallorca es un buen ejemplo de integración de diferentes culturas y de formación. Una de esas tradiciones, conocidas en casi todo el mundo, son sus molinos; es una de las estampas más identificativas de la isla. Sin embargo, todos esos molinos yacen muertos porque se dejaron de usar hace algunas décadas. Con la mecanización del campo y la salinización del agua freática, los campesinos abandonaron el uso de sus molinos. Antes, ellos, con la ayuda del viento, extraían el agua tan necesaria para cultivar el trigo que alimentaba a la población. Ahora no extraen nada y, curiosamente, las gentes están insatisfechas, como hambrientas de realización. Muchas veces me imagino a mi mismo como un molino que extrae de lado invisible de las ideas, esa agua tan especial que son las enseñanzas sobre la vida, esa agua tan necesaria para que todos podamos encontrarle un sentido a la vida y a todo lo que hacemos, de tal manera que no pasemos hambre de ser nosotros mismos. Hay pueblos que pasan hambre física y hay pueblos que sufren hambre en el alma. Necesitamos muchos molinos, nuevos molinos impulsados por el viento viejo de las enseñanzas y del conocimiento de lo fundamental.
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