miércoles, 4 de noviembre de 2020

No hay dinero para los funcionarios


 

 

Según informaba este rotativo hace unos días, el Govern ha aprobado el proyecto de presupuestos para el próximo año que ascenderán a 5.881,5 millones de euros, lo que supone un 0,2 por ciento menos que el de 2020. La Consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, presentó los presupuestos en una rueda de prensa. Preguntada por el anuncio sobre la congelación del sueldo de los empleados públicos, ha indicado que “en las circunstancias actuales se han priorizado otras cuestiones que no son el incremento de sueldos”.

Obviamente, los sindicatos han puesto el grito en el cielo. Uno de sus argumentos es que aquellos que han sacrificado más para contener la pandemia han sido los funcionarios y lo que reciben a cambio es una pérdida de su poder adquisitivo. No es justo.

Los presupuestos están disponibles en internet para toda la ciudadanía. Cualquiera los puede consultar. Yo lo he hecho, pero tengo que admitir que no he entendido ni papa. No obstante, algunas cosas he pillado. Vamos a ver qué ha priorizado el Govern en sus presupuestos que ha impedido revalorizar los salarios de los funcionarios.

En prácticamente todas las direcciones generales e instituciones de la Comunidad Autónoma, además de en el Parlament, se ha priorizado que continúe el gasto en prensa, revistas y otras publicaciones. Entre 16.000 y 500 €, para cada dirección general. Los servicios comunes tienen presupuestado un gasto de prensa de 105.000 €. Esta partida incluye, fundamentalmente, los periódicos que van a tener a su disposición los directores generales, los altos cargos, consellers y presidentes. Me pregunto si no hubiera convenido más a un criterio de solidaridad y equidad, que durante el 2021, año durante el que la crisis va a afectar trágicamente a las islas, la Presidenta, los políticos y altos cargos, como gesto solidario, se pagaran de su bolsillo los periódicos y publicaciones que desearan leer, como tiene que hacer cualquier ciudadano de a pie, en lugar de cargarlo al erario público.

Siguiente punto espinoso es la indemnización por residencia. Lo que cobra un funcionario de carrera es apenas el 3% de lo que cobra por este concepto un político, denuncian los sindicatos. Sin embargo, en los presupuestos para el 2021, no existe ninguna rebaja en esta indemnización para la clase política. Me llevo las manos a la cabeza y pienso si los políticos no podrían haber realizado un pequeño esfuerzo solidario y haberse apretado un poquito el cinturón, reduciendo las cuantías de esa indemnización a lo mínimo. Sobre todo, teniendo en cuenta que, como dicen a los medios, todos nos tenemos que sacrificar para salir de esta crisis.

Siguiente partida de los presupuestos que llama mi atención, la comunicación institucional. Se le asignan casi 3.000.000 euros. La comunicación institucional es una manera fina de hablar de propaganda política. Por ejemplo, ese cartel enorme que hay en las obras de las carreteras anunciando que se están realizando obras en la carretera gracias al gobierno de turno y a los fondos europeos, es propaganda que tiene la intención de rentabilizar electoralmente. Este tipo de anuncios no son necesarios, así como anuncios de una página en los periódicos informando de lo que está haciendo el Govern. Se ha priorizado continuar con este gasto en lugar de dotar de mayor poder adquisitivo a los funcionarios.

También ha priorizado el Govern por encima del aumento del sueldo de los funcionarios, el gasto en postales. A ver, ¿ustedes creen que en medio de la mayor crisis que está viviendo esta comunidad autónoma, no puede la Administración renunciar a las postales?

Déjenme ilustrarles con otra atrocidad presupuestaria más, otro ejemplo de las prioridades del Govern. Hay partidas de dietas. Hay partidas de gastos por la asistencia a reuniones y conferencias. Hay partidas de gastos de traslados, además de gastos de gasolina de los coches ¡Qué bien que nos la meten! Además de pagar la asistencia a una reunión o a una conferencia, hay que pagar por el traslado y por las dietas. ¡Por lo mismo, estamos pagando a determinados cargos de la Administración Pública, tres veces! Esto es lo que ha priorizado el Govern por encima del salario de los funcionarios.

Si sumamos el importe total de todas las partidas innecesarias en tiempos de crisis, si reducimos las retribuciones de políticos y altos cargos, los únicos que no se congelan sus prebendas económicas, salen las cuentas y pueden aumentarse los salarios de los funcionarios en proporción al encarecimiento de la vida y a su merecido reconocimiento en esta crisis que es, digámoslo bien alto, cuestión de todos, también de los políticos.

Francisco Capacete González

Filósofo y abogado