En un mundo tan
tecnificado como el actual, donde las tendencias empresariales se obsesionan
con el I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) y las economías
enloquecen por lograr ser competitivas, un factor de progreso y desarrollo que
ha sido relegado al olvido o a las ferias locales es el trabajo artesanal. Las artesanías
van a jugar un papel de primer orden en la recuperación económica y aquellos
países que no las apoyen quedarán ancladas en posiciones quebradizas e
insostenibles.
Esta afirmación
parecería insensata si no se apoyara en muchas investigaciones que demuestran
cómo el trabajo manual favorece el desarrollo de la inteligencia. Y la
inteligencia, señores, es lo que hace que un país progrese.
Inteligencia no le falta a este país,
pero desgraciadamente se desaprovecha desde hace siglos. No hemos aprendido a
apoyar e incentivar a las personas inteligentes, tal vez por ese pecado capital
de la envidia, tal vez por el sistema crónico del enchufismo y la corrupción
que es contrario al sistema de valoración individual. Ya se levantan voces de
prestigiosos economistas para alertar que España no tiene más opción que
acumular el capital humano necesario para no quedar descolgada para siempre de
los países que lideran la construcción de la economía del conocimiento y
proponen el I+D+E+i+e, es decir, investigación y
desarrollo, educación, e innovación y emprendimiento.
Según un estudio de
investigadores de Noruega y Francia, escribir con una sola mano mediante un
lápiz o un bolígrafo, para dar forma a nuestros pensamientos sobre una hoja de
papel, estimula las capacidades neuronales más complejas y ejercita el cerebro en
mayor medida que hacerlo con un teclado. La escritura a mano implica una actividad neuronal
más intensa, ya que cuando alguien escribe obliga al cerebro a enfocarse en lo
que desea y a crear imágenes mentales. Eso le ayuda a familiarizarse con lo que
se desea y en consecuencia a lograrlo.
“Después del cerebro, la mano es el tesoro
más grande del hombre y a ella se debe el desarrollo del trabajo de artesanía”,
escribió Ricardo J. Monreal González, Doctor en Ciencias Médicas. “Es
a su vez un órgano de expresión y un órgano especial de los sentidos para la
estereognosia. Las ideas están ligadas a las sensaciones y acciones de las
manos no solo en las actividades fundamentales concernientes a protección,
comida, combate y perpetuación, sino en la creación, tal como construir,
dibujar, modelar y hasta pensar. La mano es una prolongación del cerebro y contrariamente, gracias a la
mano, el cerebro humano ha sido capaz de desarrollarse”.
El uso de las manos favorece el desarrollo
del cerebro que combinado
con cantidades moderadas de ejercicio ayuda a que el cerebro esté en condiciones
de aprender durante toda su vida. El ejercicio o el trabajo manual tienen
efectos beneficiosos en el cerebro y es uno de los mejores modos de
estimularlo. El ejercicio constante genera la producción de un factor neurotrófico
derivado del cerebro (BDNF), es una sustancia natural que realiza la cognición
fomentando la capacidad de las neuronas para conectarse entre sí. La capacidad
de aprendizaje es una de las características de las personas inteligentes. Esto
es lo que necesitan la economía y las empresas, personas capaces de aprender,
de reconocer los nuevos desafíos propios de un mundo tan cambiante como el
nuestro, y encontrar herramientas de adaptación y soluciones permanentes.
¿Dónde encontrar a estas personas? En cualquier colegio. No
hace falta disponer de un coeficiente intelectual elevado para ser inteligente
ni para desarrollar la inteligencia. Cualquier niño puede llegar a ser genial
si le facilitamos las herramientas adecuadas. La educación artística facilita
el desarrollo del lenguaje, mejora la creatividad, fomenta la disposición para
la lectura, ayuda en el desarrollo social y apoya el rendimiento académico. En
España la educación siempre ha sido deficitaria. Las constantes reformas
legislativas han empeorado la situación. En este sentido, les diría a los
políticos que se quedaran quietecitos en sus directorios y dejaran hacer a los
pedagogos y educandos, porque siempre que mueven un dedo meten la pata. Además,
en el sistema educativo de este país el arte y las artesanías nunca han tenido
prioridad ni protagonismo. Y esta es una de las causas de que la economía
española permanezca en un desarrollo raquítico crónico. Si nuestra economía
funciona –si el cadáver aún mantiene cierta actividad cerebral- es por las
continuas ayudas públicas. Si la desenchufáramos de las arcas públicas, moriría
irremediablemente.
Es hora de promover las artesanías desde la escuela,
favorecer los trabajos artesanales, darles a los niños juguetes manuales,
volver a escribir con la mano, reparar con nuestros propios medios, regresar a
los estilos de nuestros abuelos que eran artesanales –dos amigos interioristas
basan su trabajo en la recuperación de la artesanía mallorquina-, crear
festivales de artesanías, hacer artesanías, regalar artesanías. Estoy convencido
de que el fomento de las artesanías y manualidades nos hará cada vez más
inteligentes y podremos favorecer el progreso inteligente, es decir, un
desarrollo económico, social y ético que sea armónico con el medio ambiente y
la humanidad en general.
Francisco Capacete González
Filósofo y abogado
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