jueves, 9 de julio de 2015

Lo que el rescate griego esconde





Según informa el rotativo Cinco Días, el 25 de junio se filtró el borrador donde se recogen las condiciones propuestas por la troika comunitaria al Estado griego para conceder una prórroga del rescate financiero. Estas son algunas de las condiciones:

1.     IVA. La troika pide una recaudación adicional del 1% del PIB (frente al 0,74% del gobierno de Alexis Tsipras), mediante el aumento del IVA.

2.     Pensiones. Eliminar la subida de 3,9 puntos de las cotizaciones sociales. La troika también pide aumentar la contribución de los pensionistas al sistema de salud hasta el 5% de la pensión y eliminar otro aumento de las cotizaciones destinadas a pensiones no contributivas.

3.     Impuesto de Sociedades. Eliminar un impuesto puntual del 12% para las empresas que ganen más de medio millón de euros. El tramo general del impuesto de sociedades al 28% (ahora está en el 26%) y no al 29% como propone Grecia.

4.     Otras medidas. La troika exige eliminar un impuesto especial a las máquinas recreativas, la subasta de licencias 4G y 5G, frenar la corrupción en la Administración Pública y aumentar los recortes en defensa.

Evidentemente, estas medidas favorecen a algunos y perjudican a muchos. ¿Quiénes harían el mayor sacrificio de aplicarse estas medidas? Los ciudadanos griegos de rentas más humildes. El IVA, como todo el mundo sabe, es un impuesto directo que graba el consumo, es decir, que son los consumidores finales quienes terminan pagando este impuesto. Pero es un impuesto injusto, porque le es más difícil asumirlo a las rentas más bajas que a las más altas. Si, además, no se les aplica el tipo reducido a los alimentos básicos como la leche, el aceite y el queso, la presión fiscal a las familias humildes aumenta considerablemente. Por el contrario, para una familia de economía media y alta, no representa un sacrificio tan grande.
Se propone subir el tipo del IVA en la hostelería –recordemos que la principal fuente de ingresos del país heleno es el turismo- y, pareciera que es una buena idea, porque los turistas extranjeros aportarían una parte del PIB requerido. Sin embargo, un aumento de precios en el sector turístico, en un mercado tan competitivo, supondrá una disminución considerable de visitas y una recaudación mucho menor. ¿Por qué, entonces, propone la troika este aumento si va a perjudicar la recaudación? La intención es clara: beneficiar a Turquía. La CEE no termina de aprobar el ingreso de este país en sus filas porque es mayoritariamente islámico. Sin embargo, lo necesita en la lucha contra la hegemonía irania y china en la zona de Oriente Medio. ¿Cómo recompensar a Turquía por ser “amiga” de Occidente? Hace unos años, en 2003, se le regaló el primer premio del festival de  Eurovisión –los que lo recuerdan saben que ganó in extremis. Ahora, aprovechando la crisis griega, quieren favorecerle de nuevo regalándole una porción del pastel turístico. Lo de menos es el sufrimiento de los ciudadanos. Este no es un tema que preocupe a los gobernantes comunitarios. La motivación de fondo es que gane el mercado, es decir, las grandes y monstruosas “agencias” de hacer dinero.

Nos encontramos más de lo mismo en la reforma de las pensiones. Se trata de beneficiar a los empresarios rebajándoles las contribuciones sociales. Es una medida que pretende que las empresas estén en condiciones de generar empleo. Si los trabajadores son más baratos, porque hay que pagar menos a la seguridad social, las empresas tendrán más dinero disponible para concertar más contratos de trabajo. Muy bien, pero la consecuencia de esta medida macroeconómica sin corazón, será una menor protección social de los trabajadores. Medidas como estas lo que generan a corto y medio plazo es el aumento del trabajo esclavista. Además, proponen que los pensionistas cobren menos. Nuevamente, la troika pretende que sean los ciudadanos más humildes quienes paguen los platos rotos de los gobernantes responsables de la crisis financiera griega.

El gobierno de Tsipras pretende que las empresas que obtengan beneficios superiores al medio millón de euros, paguen un impuesto adicional del 12% y que el tipo del impuesto de sociedades sea del 29%. La troika dice “¡NO, que paguen el desastre los trabajadores. No los que gana más, sino los que ganan menos!”
Se habla mucho de crisis financiera, de desastre económico, de rescates a países  -eufemismo para designar el negocio de préstamos billonarios con el que se lucran unos pocos-, cuando el escenario que tenemos es el desastre democrático, social y ético. ¿Dónde ha quedado el gobierno del pueblo para el pueblo? ¿Dónde han quedado los valores de la democracia? En el cubo de la basura. ¿Dónde guardan los políticos el principio de responsabilidad? En la nueva caja fuerte de Pandora, cerrada a cal y canto para que no se escapen todos los bienes de la humanidad. Los gobernantes son irresponsables. Si nos preguntáramos quiénes son los causantes de la quiebra económica de un país y buscáramos nombres y apellidos lo tendríamos bien difícil. Nadie lo dice claramente. Pero, es obvio, que los responsables son los presidentes de gobierno y los ministros de economía que han gobernado durante los años en los que se fue generando la enfermedad, porque no hicieron nada por curarla, así como el responsable de la quiebra de una empresa es el que administra las cuentas y el que toma las decisiones. ¿Por qué a aquellos gobernantes no se les exigen responsabilidades? Han sumido a un país entero en la ruina y ni siquiera tiene que rendir cuentas. Miles de familias han pasado penurias y las siguen pasando y ninguno de esos ministros es auditado. Miles de trabajadores han perdido sus puestos de trabajo y ni siquiera piden disculpas. ¡Es una monstruosidad democrática!
Estos sucios negocios también han causado sufrimiento en nuestro país, así como en Portugal e Irlanda. Y lo peor de todo esto es que los responsables de los recortes y de las crisis económicas siguen en la política y se les sigue dando confianza para gobernar.


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