martes, 17 de agosto de 2010

Mallorca universal

Desde que recuerdo hasta hoy día, siempre he escuchado con cierto rechazo esa afirmación de que el mallorquín es una persona cerrada. La verdad es que no sé a qué persona en particular se refiere la gente cuando afirma tal cosa, porque mi experiencia personal me indica todo lo contrario. Tal vez, el mallorquín sea tímido o temeroso de su intimidad. Tal vez, incluso, me atrevería a indicar que los nacidos en esta hermosa isla hospitalaria donde las haya, se siente inseguro en su vida interior y, para no arriesgarse a aparecer como un niño de cuatro años, no es muy dado a intimar con cualquiera. Como no queremos hacer a otros lo que nos querríamos que nos hicieran a nosotros, no molestamos a los demás con preguntas sobre su vida personal para no molestar, una de las actitudes más odiadas por la gente de Mallorca. Pero cerrados no señor, no somos cerrados. Hemos acogido a muchas culturas y nos hemos empapado de tradiciones y mentalidades diferentes. En nuestra suelo han escrito literatos famosos, han compuesto músicos célebres y han pintado reconocidos pintores, así como han expresado en el papel sus cuitas mentales grandes filósofos y pensadores. Es más, ¿cómo puede ser cerrado aquel que espera de afuera su sustento?
Si hay un adjetivo que defina a la sociedad mallorquina de una manera amplia y cierta es el de "universal" y no el de "local", ni "provinciana" como la vio Sand. No entiendo como el libro que más se vende sobre Mallorca es aquel que más mentiras dice de ella y más tergiversa el momento histórico que describe. Universal no es sólo su imagen turística. Universal son sus pintores, sus deportistas, sus políticos de antes (no los de ahora que son tristemente célebres por sus manos largas). Y universal es porque tiene el mismo sol que el resto del mundo, la misma agua que el resto del mundo, la misma materia en su tierra que el resto del mundo, solo que con un sabor especial.

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