jueves, 24 de noviembre de 2011

MATERIA Y FORMA

He leído recientemente en un libro de divulgación científica algo que me ha sorprendido: el autor comenta que si queremos poner en aprieto a un físico le podemos preguntar que nos responda a la siguiente cuestión, ¿qué es lo que hace que los átomos estén juntos y compongan un cuerpo sólido? Todavía hoy no hay una respuesta clara a esta pregunta en el campo de la ciencia física, sigue siendo un enigma. Y no se refiere el autor a la aglomeración de átomos atraídos por la fuerza de la gravedad, dado que si ésta fuera la única causa, todos los cuerpos sólidos tendrían formas más o menos esféricas.  ¿Qué fuerza actúa en los átomos para que adopten una disposición "social", "grupal", de modo que aparezca la materia sólida? Y, es más ¿Qué es lo que hace que esta materia sólida adopte una forma u otra, componga una jirafa o una roca de cristal? 
¡Bueno, Francisco, te invito a investigar!
Vamos a ello.
En la filosofía de la Antigüedad he encontrado enseñanzas coherentes sobre el funcionamiento del mundo, de la naturaleza, del ser humano. Por ejemplo, los filósofos presocráticos enseñaban que la visión es posible gracias a imágenes espectrales que emiten todos los objetos y que son captadas por nuestra mente. Pues, las últimas investigaciones van coincidiendo con esta explicación. Tanto en Grecia como en India, enseñaron sus sabios que la materia es informada por la forma, valga la redundancia. La materia es el conjunto de ladrillos físicos (átomos, proteínas,...) que dan la base física del mundo. La forma es una fuerza de naturaleza mental que le dice a estos ladrillos cómo deben colocarse para construir el edificio, sea este una mano, una roca de cristal, un planeta o una ameba. Como la mente no es materia no puede detectarse con métodos materiales. Si se quiere detectar esta fuerza hay que emplear medios mentales, esto es, la comprensión teórica de la dimensión mental. Lo cual demandará unas nuevas matemáticas, una matemáticas mucho más complejas que las actuales que puedan describir el mundo y los procesos mentales. Y no me refiero a las estadísticas que calculan los procesos neuronales, no, me refiero a la generación de ideas, a la implicación de la mente en la materia, sus relaciones e influencias.
Este es una de los retos de la ciencia para los próximos siglos: admitir en su ámbito de investigación las dimensiones inmateriales de la naturaleza y encontrar métodos para ello. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA BONDAD

¡Cómo echo de menos encontrar una mirada bondadosa!
En estos tiempos que corren -en realidad el tiempo no corre, somos nosotros quienes nos aceleramos-, cada vez se hace más difícil descubrir cosas profundas y verdaderas. Verdaderas por genuinas y no por posesión de la Verdad. Lo genuino es aquello que mantiene su origen, que refleja su nacimiento, su esencia, lo que está poco alterado. Cómo cuesta hallar personas genuinas, hombres y mujeres que conserven esa bondad natural del niño. Y me pregunto, ¿por qué tenemos que perder las cualidades más luminosas que traemos a la vida desde el principio? ¿Por qué hay que dejar en el camino un reguero de sangre por el asesinato de la inocencia y de la bondad? Es verdad que los niños también son egoístas, crueles, pero lo son a veces. Estos defectos no proceden de lo genuino que hay en el ser humano, sino de la imperfección. De modo que con una educación adecuada podemos potenciar las cualidades morales y mitigar la fuerza de los defectos. Lo que me gustaría que se perdiera por el camino desde la infancia a la edad adulta es la crueldad, el egoísmo, la indiferencia, las envidias, etc. Y lo que me gustaría que se conservara es la bondad, sobre todo, la bondad, para que los seres humanos no nos deseáramos ningún tipo de mal. Hace años, un maestro me enseñó que la mayor pureza es la interior y su ingrediente fundamental es la bondad. Dicen que el Buda dijo que cuando un hombre tarda en elegir hacer el bien, su mente se regodea con el mal. Apresurémonos a elegir el Bien para no darle ninguna oportunidad a nuestra mente de elegir hacer daño, mentir, desearle desgracias a otros, pisar a los demás...

viernes, 18 de noviembre de 2011

DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA


En una carta de fecha 19 de mayo de 2004, el Sr. Mohamed Achaari, Ministro de
Cultura de Marruecos, sometió a la consideración del Director General la propuesta de proclamar un Día Internacional de la Filosofía. Una vez realizados los estudios pertinentes, la Conferencia General de la UNESCO, terminó por declarar el tercer jueves de cada mes de noviembre como el Día Mundial de la Filosofía (DMF).

La UNESCO, recogiendo las peticiones y sugerencias de diferentes instituciones y ONG’s, fijó los principales objetivos del DMF:

i) renovar el compromiso en favor de la filosofía; 
ii) alentar la visión  filosófica de los problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se enfrenta hoy en día la humanidad;
iii) sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la filosofía;
iv) hacer un balance de la situación de la enseñanza de la filosofía en el mundo, insistiendo particularmente en las dificultades de acceso; 
v) subrayar la importancia de la generalización de la enseñanza filosófica para las
generaciones futuras.

Por su parte, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en su Mensaje con motivo del DMF, recordó que “La práctica de la filosofía es una dinámica que beneficia a toda la sociedad. Ayuda a tender puentes entre los pueblos y las culturas y refuerza la exigencia de una educación de calidad para todos. Además, invita a respetar la diversidad cultural, el intercambio de opiniones y el aprovechamiento colectivo de los logros científicos, todo lo cual es condición necesaria para un debate auténtico. El 17 de noviembre, movilicémonos para explotar este formidable potencial transformador que encierra la filosofía.”

Con estos antecedentes, hoy es el día para tomar conciencia de lo útil y práctica que es la filosofía. Desde la escuela de filosofía y voluntariado Es Racó de ses Idees, apoyamos esta iniciativa de la UNESCO, trabajando todo el año para conseguir aquellos objetivos y divulgando la faceta más práctica y humana de la filosofía. Aprender a desarrollar las ganas de aprender y saber que tiene cada persona es, no solamente útil para ella misma, sino también para toda la sociedad. En primer lugar, porque cada individuo que expresa su mundo interior se conoce a si mismo y el conocimiento de uno mismo conduce, más tarde o temprano, a las orillas del río de la  “felicidad”. En segundo lugar, la filosofía es práctica y útil a la sociedad porque cuando los ciudadanos se realizan en lo personal, la sociedad se realiza en lo colectivo. No olvidemos que la sociedad y los sistemas se componen de personas.

Por otro lado, queremos destacar que filosofía es, etimológicamente, “amor por la sabiduría”. Por esta razón, la filosofía no se puede enseñar, porque es un sentimiento de búsqueda y de acceso a la realidad. ¿Acaso se puede enseñar el amor? No. Por lo tanto, nadie puede crear filósofos ni acreditar que alguien es filósofo. La escuela de filosofía que dirijo no crea filósofos, sino que establece un ambiente en el que sea más fácil que ese ser filósofo de cada uno pueda expresarse, desarrollarse y comunicarse. Por eso, enseñaba el divino Platón que lo fundamental de la enseñanza de la filosofía es el diálogo. Y, en el momento presente, aprender a dialogar es muy necesario para poder solventar muchos de los grandes y terribles problemas que agobian a la humanidad.

Por todo ello, os animo a todos para que aprovechéis las 365 oportunidades del año para vivir la filosofía, para ser lo que sois: filósofos.